05 junio, 2014

21.- Torradas

Seguro que a vosotros también os ocurre...  ¿Estáis pillados de tiempo, y tenéis que preparar un postre rápido, y sencillo?
¡Pues ya está! ¡Problema solucionado!
¡ESTE ES VUESTRO POSTRE!
Además, seguro que encanta a vuestros pequeños.
A mi no me falla: Cada vez que su "amona" (abuela), les hace torradas..., me lo cuentan con una cara de felicidad, que no veáis...
Pues nada, que ya tenia yo ganas de ponerme a hacerlas... ¡Y mi niño, de comerlas!
Le ha faltado tiempo: Nada más verlas en la mesa, me ha preguntado rápidamente: "¿Qué pasa hoy, amatxo? ¿Por qué tenemos esta comida tan especial?".
En fin... hay veces que son felices con tan poco... y otras en cambio... ¡Todo lo contrario!
Y en cuanto a vosotros, estoy segura de que cuando veáis la receta diréis: ¿Simplemente es eso? ¡Pero si es sencillísimo!
Probar, probar... ¡Seguro que repetís!
No tendréis ni que tomar nota. Ya que es una receta muy básica. Ideal para principiantes.
¡Ahora sí! No me voy a callar... algún pero debía tener la receta...
Si vierais la cocina que he puesto después de hacer las torradas... os echaríais a reír.
Ha quedado una cocina monísima.
Parece que acabo de participar en Master chef, y he preparado un menú completo para unos 100 comensales. En fin...
Ya tengo un nuevo objetivo pare el próximo día: ¡El próximo día ensuciaré menos!
¡Vamos haya!
Estos son los ingredientes:
500ml leche.
70 gr azúcar.
1 canela en rama.
Ralladura de 1 limón.
4 rebanadas de pan de molde.
2 huevos.
Comenzamos con la receta:
1.- Cogemos un cazo.
Lo ponemos a fuego lento, junto a la leche, el azúcar, la canela en rama, y la ralladura de limón.
2.- Cuando hierva la leche, la retiramos del fuego, y quitamos la canela.
Dejamos templar.
3.- Cortamos el pan de molde en porciones.
En un principio, las he partido por la mitad. Pero para mi gusto, han quedado demasiado grandes.
Así que, en la segunda tanda, he rectificado, y las he cortado en cuartos.
¡Mucho mejor! Han quedado más finas.
4.- Cogemos una bandeja, donde incorporamos las porciones de pan.
Seguidamente las empapamos con la leche templada.
5.- Dejamos reposar 5 minutos.
Durante estos minutos, el pan, absorberá la leche.
6.- Batimos 2 huevos.
Empapamos los panes en los huevos batidos.
7.- Cogemos una sartén, y poniendo el aceite bien caliente, freímos los panes.
 
¡Y ya está!
Están listos para "zampar".
¡Mas fácil imposible! Pero cuidado con ensuciar demasiado la cocina. Os habla la experta en limpieza de cocinas. 
¡Hasta pronto!

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