Por la tarde, a las 16:30 llegó la hora de su merienda de cumpleaños.
Lo que yo no me imaginaba, era que durante las horas previas de que llegara la merienda, iba a tener una actividad tan acelerada.
Vamos que no me iba a aburrir nada, nada...
Os cuento:
Diario de Jueves 14 de Mayo:
21:00
¡No problem!
¡Tenía tiempo! No demasiado, pero todavía tenía tiempo.
Solo tenía que preparar los 5 bizcochos de la tarta arco iris, que me había propuesto hacer. Mira que... No tenía otra cosa mejor que hacer...
Y claro, lo ideal era preparar los bizcochos esa misma noche. Ya que si por lo que fuera, me salían mal, tenía tiempo de preparar un plan B.
¡Bueno, no os miento! La verdad es que el plan B ya lo tenía más que preparado: No tenía más que comprar una tarta en la tienda.
¡Vaya plan B! Vaya madraza...
¡Bueno, pues eso!
Que empeño, puse. ¡Y con la ayuda de los niños, lo intenté!
Pero teníais que haber visto los colores de los bizcochos una vez horneados.
¡Eran horribles! Muy feúchos, tonos apagados, y más bien raros.
23:30
Fue entonces, cuando muy desanimada, me puse a navegar por la red.
Me vi unos cuantos videos, y varias fotos, de preciosas tartas de colores vibrantes.
Y me dije: "Bueno bueno..., Si hay tanta gente que lo hace..., Pues... yo también lo haré".
Así pues, me fui a dormir a las tantas, y... dormí muy poquito: Soñé que las tartas me comían...
Diario de Viernes 15 de Mayo:
7:30
¡Me levanté muy positiva!
Estaba convencida de que era el día ideal, para hornear el bizcocho de colores.
Después de mi nocturna navegación por la red, sabía lo que tenía que hacer:
Los colores de la masa, debían ser bonitos y vibrantes. No como los que yo había puesto la noche anterior. Ese era el truco.
¡Venga! ¡Tenía que intentarlo!
8:00
Preparé a los niños, y los acompañé al cole.
9:00
Como tenía que ir al banco, aproveché, e hice mi recadito.
Me pasé por la cafetería, para desayunar tranquila.
Y mi siguiente intención, era la de ir a pasear.
¿Pero cómo iba ir a pasear, si tenía que preparar la tarta de cumpleaños?
10:00
Consciente de que tenía que espabilar, empecé a preparar mis 5 bizcochos.
¡Me salieron bastante bien!
Pero entonces, empecé a pensar...
Por la tarde, tenía una merienda con 21 niños. Y la realidad era que el diámetro de mi tarta, era bastante pequeño.
Es verdad que normalmente los niños en las meriendas (por lo menos en las nuestras), no suelen comer demasiada tarta. Hay muchos que ni la prueban.
Pero y si..., ¿todos querían probar esta tarta tan colorida?
No podía arriesgarme. ¡Prepararía otra!
¡Madre mía! ¡Qué follón!
Y todavía tenía que ir al Carrefour a comprar todas las demás cosas.
No tenía ni velas, ni espátula, ni Coca cola, ni Bimbo, Nocilla... ¡Vaya panorama!
12:30
Cuando terminé de hornear los 10 bizcochos, me fui al Carrefour con mi pareja.
Nos pasamos cerca de una hora comprando cosas.
Y ya que estábamos allí, nuestra idea era la de comprar un pollo, y comerlo tranquilamente en casa.
...¿Pollo?
Pero... ¿Teníamos tiempo para el pollo? Si ya eran las 13:45...
14:30
Llegamos a casa después de comer 2 pinchos, y tomarnos un café en un Restop.
Todavía tenía que preparar el relleno, y montar las 2 tartas.
Y la merienda era a las 16:30.
¡Y como detalle, os comento, que nunca antes había montado una tarta de estas!
16:30.
Por fin llegó la hora, y gracias a dios, todo estaba preparado.
Además... ¡La tarta fue un rotundo éxito!
¡Les encantó!
Y como comentario os digo, que menos mal que preparé una segunda tarta. Ya que si solo hubiera preparado una, hubiera tenido un serio problema.
Aaaaai..., Pero ¡Qué agotamiento!
Estaba como para echar una siesta...
¡Venga! No me enrollo más, y os cuento la receta.
Ingredientes para los 5 bizcochos:
- 300 gr de azúcar blanco.
- 300 ml de aceite de oliva suave.
- 300 gr harina normal.
- 6 huevos medianos.
- 3 teaspoon de levadura química.
- 1 pizca de sal.
- 1 teaspoon de pasta de concentrada de naranja (yo utilizo la de Home Chef).
- Mezclamos el azúcar con el aceite.
- Agregamos los huevos 1 a 1.
- Incorporamos la pasta de naranja.
- Tamizamos la harina, la levadura, y la sal. Y lo agregamos a la mezcla anterior.
- Cuando ya tengamos preparada la mezcla, cogemos 5 recipientes.
- Con la ayuda de una cuchara para repartir helado, dividimos nuestra masa en los 5 recipientes, a partes iguales.
- Cogemos los colorantes, preferiblemente en pasta.
- Seguidamente os doy unos consejos sobre los colores de los bizcochos:
-Si la masa antes de hornear queda con un color vivo, el bizcocho saldrá colorido.
-Si la masa queda con colores muy suaves, los bizcochos saldrán con colores sosos y descoloridos.
-Si la masa tiene colores oscuros, los bizcochos salen muy apagaditos y feúchos.
-¡Hay que ser valiente! Que no os de miedo pasarse con el colorante. Hay que poner colores potentes.
-Es importante, que os gusten los tonos de la masa. Si no es así, os aconsejo que intentéis rectificar el color de la masa. ¡Todavía estáis a tiempo de cambiarlos!
Yo pensaba, que los colores de la masa, cambiarían al meterlos en el horno.
Pero que va..., salen muy parecidos a cuando entran.
-Los colores rojo, rosa, amarillo, naranja, verde, son fáciles de conseguir.
-El color morado, me salió fatal. Ya que con poco colorante, me cogió un color morado muy oscuro. El bizcocho salió con un tono tirando a gris.
-Y el azul... Aiiii el azul...
Como tengo experiencia en no conseguir galletas azules, me imaginaba que no sería un color sencillo de conseguir.
El primer bizcocho me salió fatal.
Pero el segundo..., ¡Lo clavé!
¿Por qué? Pues porque seguí la lógica de los colores. ¡Vamos que pensé un poquito!
Os cuento:
La masa del bizcocho es amarilla.
Si pensamos en la teoría del color, sabemos que si mezclamos azul con amarillo, el resultado es verde. Y claro, eso es lo que me pasaba. Que me salía un verde bastante chungo.
Es por eso que me puse a pensar, y dije... ¡vale!
Para reducir el amarillo, tenía que agregar colorante blanco.
¡Y así fue como lo conseguí!
Un poco de azul, otro poco blanco, azul, blanco... Y me salió este tono azul así de bonito. ¡Como el del monstruo de las galletas!
- Mientras preparamos la masa, precalentamos el horno a 180º.
- Hornearemos los bizcochos durante 18minutos. Para saber si están hechos, tenemos que meter un palillo, en el centro del bizcocho y asegurarnos de que sale seco.
Como no tenía tiempo, y quería hacerlo todo rápido, nada más los bizcochos salían del horno, me ponía a desmoldarlos, y poco me faltó para quemarme las manos. ¡Mira que soy burra! Por no esperar 2 minutos...
Os recomiendo esperar por lo menos 10 minutos antes de desmoldar.
- Dejamos enfriar los bizcochos.
Cuando los bizcochos salen del horno, la capa exterior del bizcocho sale muy oscurita.
Cogemos una lira, o en su defecto un cuchillo, con el objeto de dejar los 5 bizcochos a la misma altura.
Cortamos los bizcochos..., y... ¡Sorpresa! Esto de abrir el bizcocho, es muy emocionante. Ya que es el momento en el cual vemos cual es el color que ha salido.
Si nos salen bien, nos ponemos súper contentos.
Y si nos salen mal, nos pondremos de una mala leche, que...
Seguimos con la buttercream.
Ingredientes de la buttecream:
- 300gr de azúcar glas tamizado.
- 300gr de mantequilla a temperatura ambiente.
- Aroma de naranja.
- Mezclamos el azúcar y la mantequilla. Lo hacemos utilizando la pala, o unas varillas.
Yo como tenía poco tiempo, empecé a tope. Ya veis, cometí un error de principiante.
Y... ¡Así nos pusimos! ¡Yo y mi cocina!
Nos pusimos blanquitas blanquitas. Untadas con una FINA capa de azúcar glas.
¡Vamos, que parecía que había nevado!
- Poco a poco, después de mezclarlo un poquito, lo batimos a velocidad rápida. Y continuamos hasta blanquear la buttercream.
- Agregamos un poco de aroma de naranja.
¡Comenzamos a montar la tarta!
Esta ha sido la primera vez que he cubierto una Layer cake.
Y confieso que tenía pánico a que me saliera mal.
- Cogemos una espátula larga.
- Extendemos la crema entre las capas de los 5 bizcochos. Lo hacemos limpiando la espátula cada vez que cogemos crema.
- Cubrimos la tarta exteriormente, con una capa fina de crema.
- Refrigeramos la tarta, al menos durante 30 minutos. Es importante hacerlo, ya que nos ayuda a cubrir la tarta, y dejarla con su aspecto final.
- Cubrimos la tarta generosamente con más crema. Lo haremos sin miedo.
Cogí mi espátula, empecé a girar la tarta, moví la espátula con movimientos de ondas aleatorias... ¡Me encanto! ¡Quiero repetir!
- Y finalmente, decoramos con Sprinkles de colores.
Después de terminar la tarta, no quería perder la oportunidad de sacar algunas fotos para el blog.
¡Me daba pena no hacerlo!
Así pues, lo decoré con las clásicas banderitas de washi tape, y... ¡le di caña a la cámara!
Y... ¿Qué os parece el interior de la tarta?
¿Es espectacular verdad?
¡Y lo mejor es que no es nada difícil de hacer!
Eso lo digo ahora... después de pasar unas horas frenéticas...
Pero es que no hay nada mejor que afianzarse, y coger confianza con uno mismo.
Pero claro... para eso uno se lo tiene que currar.
Hay que dejar el sillón, la tele... ¡Y hala! Ponerse a trabajar.
Está claro que, el que trabaja, obtiene su recompensa!
Y es importante tener fe... El cafecito, el trocito de tarta, y la terraza... ¡vendrán después!
Otra cosita:
Solo nos falta practicar un poco con Photoshop.
Habéis visto que la tarta es blanca.
Pero si la siguiente la queremos hacer de otro color, y antes de hacerlo queremos simular el resultado...
¡Pues nada! Le podemos cambiar el tono, utilizando la opción de tono y saturación.
¿Veis? Aquí tenéis una preciosa tarta rosa.
¡Súper ñoña!
¿Y si la queremos para niño?
¡Pues nada!
La ponemos en azul, en un pis pas.
¡Qué gozada el Photoshop!
Espero que os haya gustado.
¡Feliz Domingo!
muy bueno, me encanta
ResponderEliminarQue buena receta la verdad que me encanta, acá les dejo otra alternativa que publique en mi blog;
ResponderEliminarreceta torta arcoiris saludos, me encantan estas tortas.
Hola! busque por todos lados esta receta, esta muy bien explicada y me encanta! Encontre en esta página de recetas algunas ideas nuevas para la decoración! Espero que les guste!!
ResponderEliminarMuchas gracias y segui subiendo cosas que son geniales