Pero aunque parezca mentira, hasta hace muy poquito tiempo, no me he percatado, de que mi forma de dibujar no era la adecuada.
Está claro, que se puede dibujar de mil maneras
¡Cada uno tiene sus manías!
Pero lo ideal es dibujar, pensando en volver a reutilizar lo que se ha dibujado.
¿Que de qué estoy hablando? ¿Me habéis entendido lo que os quiero decir? ¿Nada de nada?
Hasta ahora, cuando dibujaba una escena, lo hacía en bloque. Como si fuera todo uno, una lámina completa.
Pero para aprovechar y reutilizar los dibujos, es más interesante dibujar, haciendo que cada parte del dibujo sea un bloque diferente.
Con ello, posteriormente se obtiene una librería de ¡aupa!
Os pongo un ejemplo: Imaginaros que voy a dibujar una lamina donde hay conejos, hadas, y castillos. Lo ideal, es dibujar por separado cada uno de estos elementos.
Y una vez de tener todos los bloques individuales dibujados, se unen todos, en una única lamina.
Es similar a montar un puzle: Cogemos cada ficha, y los vamos montando sobre una misma base.
¿Ahora, me entendéis por donde voy, no?
Aún así, para que no os quede ninguna duda, os enseño un ejemplo.
Os cuento: