Antes era lo típico: Comprabas un cómic en el quiosco del pueblo, y te lo leías tan contento.
Y no una vez, ni dos... ¿Cuántas veces nos leíamos el mismo cómic?
Yo recuerdo... una colección de cómics que me encantaba. Seguro que much@s de vosotr@s también lo recordáis: Esther y su mundo, de Purita Campos.
Me encantaba. ¿Recordáis, a Esther, Rita, Juanito, Doreen...?
La pena era, no tener todos los cómics de la colección: Tenía que imaginarme qué había pasado en los cómics que no había podido leer. Pero bueno... ese era un mal menor. Con lo que disfrutaba leyéndolos...
Hace unos pocos años, volvieron a publicar estos cómics, en volúmenes como los de antaño. No variaron nada, ni el tamaño, ni el formato... era todo igualito. Ideal para coleccionistas.
Y yo, por no comprármelos todos a la vez, que cuestan una pasta, de vez en cuando, cuando me da el "ramalazo", me compro uno nuevo.
Para mí, tener estos tomos, es como tener un tesoro pequeñito.
Y yo pensaba... Cuando mi niña sea un poquito mayor, se los daré, para que los disfrute de la misma forma en que lo hice yo. Pero cual fue mi sorpresa, cuando.... Los cogió, y empezó a leerlos, sin pestañear... Me encanta verla leyéndolos...
No os voy a engañar... Yo soy consciente, de que no llegaré a ser ni la cuarta parte de lo que es Purita Campos. Lo tengo asumido... De verdad.
Pero no me resisto a empezar a hacer unos pequeños cómics con mis personajes. ¡Hasta ahí llego!
Os presento mi primer cómic de tan sólo 6 viñetas que para empezar es más que suficiente... de mi dulce e inocente Esnetxo. Quien pudiera ser como ella....