Decía que no me había dado cuenta, pero no era verdad.
¡Por supuesto que me había dado cuenta!
Durante estos últimos años, he perdido la habilidad por cuidar esos pequeños detalles, que ayudaban que el día a día fuera un poquito más agradable, si cabe.
¡Ahora bien! Como tengo mucha suerte, y soy bastante ("muy") tozuda, me he propuesto que voy a volver a recuperar estos pequeños detalles, que por supuesto están casi todos en mi mano (ó por lo menos cerquita de mi mano).
Estoy convencida, que por mucho que me cueste, este esfuerzo me va a merecer la pena. Y voy a intentar plasmarlo en un blog: Mi blog de los detalles con encanto. Seguro que le tomo el gusto.