16 febrero, 2014

4.- Galletas de mantequilla


Las galletas de mantequilla, sobre todo con una buena vainilla en pasta, son una gozada.

Me encanta tomarlas junto con un cafecito caliente-caliente.

Son resultonas, ya que las utilizamos para decorarlas con glasa, y como no, con chocolate.

A mi lo de la decoración con fondant, no me va. Ya que el fondant me resulta muy artificial. Pero bueno, es cuestión de gustos.

Pero estas galletas, también tienen sus truquitos. Y si los desconoces, te saldrán galletas deformadas, con chichón, con grietas... En fin, un poquito de todo.

Así es que, aquí tenéis esos truquitos que os ayudaran a conseguir unas galletas de mantequilla lo más perfectas posible.
Pero no os paséis, ya que muchas veces la perfección está en lo natural. La verdad es que a mi no me gusta que sean demasiado perfectas, ya que eso.
Para que parezca que están sacadas de un molde, me voy directa al supermercado. Ya sabéis, todas las galletas iguales: Iguales como esas fresas tan perfectas que se ven últimamente, que por cierto, no saben a nada.
  

3.- Galletas Bretonas de mantequilla: "Palet breton".

Siempre que viajo a Francia, ó me paro en alguno de sus aeropuertos, (parece que lo hago todas las semanas, verdad? Que va! Ni de lejos...), compro una de esas bonitas cajitas metálicas, que luego utilizo, para guardar mis pequeñas cositas.
 
No sólo las compro porque me resultan prácticas y coquetas. También las compro, porque me chifla su contenido: Las riquísimas galletas Bretonas. Me encantan!

Siempre que abro la cajita, ·"con la excusa de dar una galletita a mis niños", no nos duran ni un suspiro. Se terminan enseguida.

Hace poco, con esto de que tenía que recuperar mis pequeños detalles, me acordé de ellas.
Con el fin de conseguir su receta, me propuse indagar un poquito en internet. Y como en internet se encuentra de todo... Lo encontré.
Lo que yo no me imaginaba ni de lejos, era lo sencillo que resulta seguir la receta. Y lo que más me gusta, es que cuando las haces, parece que eres una autentica repostera.
Cuando las presentas en la mesa, quedan la mar de lucidas.
Así que, si queréis impresionar a vuestras visitas, esta es la receta ideal.

12 febrero, 2014

2.- El sueño de publicar un cuento ilustrado

Cuando mi niña era pequeña, le decía, que algún día, le escribiría un cuento de princesas, sólo para ella.
La verdad es que... se lo decía medio en broma. Pero algo dentro de mí, me decía que algún día, mi sueño se haría realidad.


Aunque parezca que no viene a "cuento"... hace 2 años, sentí la necesidad de introducir algo nuevo en mi vida. Tenía que ser algo pequeño, un pequeño negocio ó algo que se le pareciera. Sin invertir demasiado dinero, y que me llenase por dentro.
Así pues, me puse manos a la obra. Pasito a pasito, y sobre todo con mucha ilusión...
Os cuento los pasos que seguí:

30 enero, 2014

1- Cuidando los pequeños detalles

Decía que no me había dado cuenta, pero no era verdad.
¡Por supuesto que me había dado cuenta!

Durante estos últimos años, he perdido la habilidad por cuidar esos pequeños detalles, que ayudaban que el día a día fuera un poquito más agradable, si cabe.

¡Ahora bien! Como tengo mucha suerte, y soy bastante ("muy") tozuda, me he propuesto que voy a volver a recuperar estos pequeños detalles, que por supuesto están casi todos en mi mano (ó por lo menos cerquita de mi mano).

Estoy convencida, que por mucho que me cueste, este esfuerzo me va a merecer la pena. Y voy a intentar plasmarlo en un blog: Mi blog de los detalles con encanto. Seguro que le tomo el gusto.