26 octubre, 2014

34.- azucar de colores

La entrada de hoy es muy sencillita, y muy lucida además.
Es un buen pasatiempo para hacerlo con los niños.
Si tenéis por delante alguna de esas tardes aburridas..., ¡Pues nada!
Nos ponemos todos a hacer azúcar de colores.
Se pasa un rato divertido, y se consigue un azúcar muy vistoso, con colores diferentes.
Se puede utilizar para adornar tartas, ó simplemente, para dar un toque diferente al te ó al café de la tarde.
¡Venga! Vamos a animarnos a poner un poco de color en nuestro día a día. Por lo menos, que no sea gris.

¿Lo intentamos?
¡Adelante!

Para colorear azúcar, necesitamos:
-Azúcar blanco. El de toda la vida.
-Bolsas de congelación.
-Colorantes para uso alimentario.
Comenzamos:
Metemos el azúcar blanco, dentro de la bolsa de congelación.
Utilizaremos una bolsa, por cada color que queramos conseguir.
Ponemos un poco de colorante en un palillo, y lo introducimos en la bolsa de plástico, evitando mancharnos las manos.
Tener en cuenta, que una vez que hayamos usado un palillo, no podemos volver a reutilizarlo. Si lo hacemos, contaminaremos el bote de colorante.
Así pues, utilizamos un palillo, y lo tiramos.
Cogemos la bolsa, y empezamos a agitarla.
Lo hacemos con cuidado, para que no se nos abra la bolsa.
Cuando el color quede uniforme, si queremos un color más fuerte, añadimos más colorante.
Cuando hayamos terminado, es el momento de dejar secar el azúcar.
Lo dejamos secar al aire libre, durante 24 horas.
Y como no, aunque parece imposible que alguien se manche después de este proceso tan cuidadoso..., ¡Pues... no! ¡Todo es posible!
Si os cuento como se ha puesto mi pinche... ¡no os lo creéis!
¡Vamos! Que lo he enviado a limpiarse las manos, inmediatamente

Cuando se seca el azúcar, lo metamos en un tarro para conservarlo.
¡Y eso es todo!
Sencillo, ¿verdad?
No me negaréis que quedan unos colores preciosos. Diferentes, llamativos, y originales.

¡Hasta la siguiente!

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